Cuidados de la Piel; Sabemos que la piel es la parte del cuerpo que nos protege de los agentes externos. Por eso tiende a deteriorarse con bastante frecuencia y es importante tratar y cuidar la piel.

De hecho, empezar a cuidar tu piel no tiene nada que ver con la edad o el envejecimiento. Todos deberíamos cuidar nuestra piel.

Como ya hemos dicho, la piel es el órgano del cuerpo humano que nos protege de forma constante y permanente de todos los agentes externos, el frío, el calor, el aire, las bacterias, etc.

Debido a la regeneración de la piel, se generan células muertas que deben ser eliminadas para que no queden expuestas en nuestra piel.

Hay un dicho muy conocido, «la piel es el reflejo del alma», con esto queremos exponer que nuestra piel siempre nos dice cómo somos por dentro. Esto es algo importante a destacar, porque dependiendo del estado de tu cuerpo, tu piel tendrá un aspecto u otro.

Por estas razones, creemos que es esencial cuidar constantemente un órgano tan importante como la piel.

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, ya que ocupa unos 2 m² y pesa unos 5 kg. Y aunque a veces no se le da la notoriedad que merece, realiza una de las funciones más importantes de nuestro cuerpo: ¡la piel protege nuestro cuerpo de los factores externos que nos rodean! Nos protege del frío y del calor, nos protege de las bacterias, se repara y regenera, se eriza, pica, duele, suda, sangra, se estira y se ruboriza cuando nos avergonzamos. Es mucho lo que nos da un órgano al que solemos prestar menos atención de la que merece.

Todavía hay mucha gente que piensa que los cuidados de la piel consisten únicamente en evitar las arrugas y parecer más joven. Nada más lejos de la realidad, cuidar nuestra piel debe ser una prioridad para nuestra salud. Este órgano es tan maravilloso y autosuficiente y nos pide tan poco que nos olvidamos de él y pensamos que no necesita tanta atención, pero el estado de nuestra piel es un claro reflejo de nuestra salud exterior e interior.

Entonces, ¿por qué debo cuidar mi piel? Por la salud. No podemos permitirnos no limpiar, hidratar y proteger nuestra piel. Es la única manera de ayudar a que siga cumpliendo todas sus funciones con la misma eficacia de siempre. Así podemos evitar enfermedades tan típicas y molestas como el eczema, el acné, la urticaria e incluso el cáncer de piel o el melanoma.

Teniendo en cuenta lo anterior, la piel es una parte importante de nuestro cuerpo. Por lo tanto, es esencial saber cómo cuidarla. Lo primero que hay que hacer para cuidar la piel es conocerla, es decir, no todas las pieles son iguales. Según el tipo, el tratamiento y los cuidados de la piel serán diferentes. Hay cuatro tipos de piel: seca, grasa, mixta y delicada. Para cada uno de ellos, hay cremas y productos específicos.

Sea cual sea el tipo de piel, hay una serie de pautas que todo el mundo debería seguir para un buen cuidado de la piel, aunque siempre es aconsejable consultar a un dermatólogo. Una de las pautas es la hidratación. La piel debe mantenerse hidratada por dentro y por fuera. Por tanto, debes beber al menos dos litros de agua al día y aplicarte una crema hidratante.

La piel también debe estar limpia. Lo más adecuado o recomendable es utilizar geles y jabones que protejan el pH neutro. También es aconsejable exfoliar la piel una o dos veces por semana para eliminar la piel muerta.

Otro aspecto fundamental para mantener la piel en buen estado es protegerla del sol. Aunque normalmente estamos acostumbrados a utilizar la crema solar sólo durante el verano, es aconsejable utilizarla también en invierno. Como ya sabes, el sol no es bueno para tu piel, ya que puede provocar manchas, quemaduras solares y acelerar el envejecimiento.

Aunque la piel no suele asociarse a la dieta, también influye. Mantener una dieta bien equilibrada, que aporte nutrientes de todas las categorías, es beneficioso para el mantenimiento de la piel. Comer alimentos saludables ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y las enfermedades.